jueves, 26 de noviembre de 2015

amar la opera....



amor por la opera razones para conocerla


Resultado de imagen para operaPor varias razones la ópera tiene fama de ser un espectáculo exquisito. Es cierto que en su origen fue un espectáculo propio de clases privilegiadas, aquellas que podían apreciar sus características tanto escénicas como musicales. Sin embargo, con el tiempo fue virando hacia un público más amplio, quizá no con el éxito esperado pero sí, al menos, con esa intención y tendencia. Verdi y Wagner, por ejemplo, compartieron cada uno desde su idea de nacionalismo, la pretensión de hacer de algunas de sus óperas vehículos para los grandes movimientos sociales de su época. Asimismo, en el siglo XX, con la construcción de los recintos para una gran cantidad de público, la ópera no fue la excepción en esa tendencia masificadora de la cultura.
Actualmente, algunos de los cambios que la ópera ha experimentado en este sentido obedecen también a la voluntad de acercarla al mayor número posible de espectadores. Los populares recitales de “Los Tres Tenores”, por ejemplo, consiguieron eso: crear un punto de encuentro o quizá incluso un punto de apertura entre dos aficiones aparentemente distintas, la del fútbol y la de la ópera, que en el caso de José Carreras, Plácido Domingo y Luciano Pavarotti ya coincidían y que por su carisma pudieron transmitir al gran público. Por otro lado, visualmente también se ha experimentado con montajes lúdicos que signifiquen la ópera para las audiencias contemporáneas, así lo han hecho, por ejemplo, producciones como La traviata de 2005 en el Festival de Salzburgo, Las bodas de Fígaro de 2007 del mismo festival o montajes recientes en el Metropolitan Opera House de Nueva York.
Un esfuerzo paralelo es el que aprovecha la capacidad de difusión de conocimiento de Internet a favor de este espectáculo, en especial de la formación necesaria para entenderlo y disfrutarlo más y mejor. En este rubro, una iniciativa destacada es The Opera Platform, un proyecto ambicioso que presenta óperas subtituladas en seis idiomas, documentales, materiales históricos y en general suplementarios para apreciar las muchas aristas de este espectáculo.
Sin embargo, nada de esto es útil si conservamos el prejuicio de que la ópera es aburrida y anticuada. Pero si en cambio le brindamos una oportunidad, es muy probable que descubramos un territorio riquísimo, estimulante y, por qué no, incluso inagotable.

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